Hoy dada todavía las fechas que corren en el calendario de este mes de noviembre solemne y dedicado a los difuntos, para explicar un poco el andar y sentir costalero, hoy, también he escogido un andar muy solemne o que se utiliza para corte de pasos fúnebres, repito solemnes o de Hermandades de negro. Es el andar con la zancada alargada, parece sencillo, pero no lo es. Tiene gran dificultad para coger el compás dentro de la cuadrilla, hay que rachear mucho desde la mitad del empiene hasta el talón, para que no bote el paso y la zancada sea elegante, y con ello se consigue darle una mayor viveza y transmisión a la imagen que portamos encima del paso. Además reparte mucha leña entre las cuadrillas, porque para mantener la zancada tienes que trabajar muy bien con los riñones, es necesario meter bien riñones, y a esto hay que unir el peso del paso por supuesto. Pero como podremos ver ahora en los vídeos es un paso que cuando se rachea con compas y se consigue llevar como es debido es espactacular. He cogido también dos pasos de categoría y solemnes cada uno en su estilo y en su sitio. Aquí ya no hay espectacularidad, ni cambios en el andar, ni solos de cornetas espectaculares... solo sudor, esfuerzo y elegancia costalera, para un Señor ya Muerto y otro que va camino de ella. El del Cristo Yacente de Badajoz y el del Señor del Gran Poder de Sevilla.
En este primer vídeo del Cristo Yacente de Badajoz, se puede apreciar la solemnidad del paso con el día, la austeridad y a la vez la elegancia del paso al andar. Únicamente solo deberían, de como explicaba arriba rachear más en la zancada, porque como se puede apreciar bota en algunos instantes. Pero el andar es elgante, acertado para el Paso, además para una cuadrilla ésta del Cristo Yacente le pongas lo que le pongas siempre se adapta a las circunstancias y andan lo que pongas. También muy acertada la forma de llamar de su capataz José, al martillo como mandan los cánones de estos pasos; al igual que la música, por fin acorde con el día.
El vídeo de ahora, poco se puede decir, sólo ver y oír y dejar que cada corazón sienta lo que tenga que sentir. Es el Señor de Sevilla, El Gran Poder, el que todo lo puede, El Señor de Señores, El Señor de muchos y de pocos... Fijense lo elegante de este andar con el sonido del racheo costalero; parece que el Señor viene andando solo. Dicen muchos de los costaleros de su cuadrilla, que trabajan en otros pasos, que la canastilla del Señor de Sevilla tiene algo especial, cuando entras en ella te transformas, dicen que es impresionante a su paso oír a la gente llorar, rezar, cantarles saetas en fin... algo que por mucho que quiera contar es indescriptible hacerlo llegar a la realidad de debajo del paso... Acerquemonos los más posible viendo el vídeo.